Amo la vida y su simplicidad, al hacer que las cosas
pequeñas se vuelvan indispensables para el ser humano el cual cree que puede y
debe ser el dueño de todo. Es evidente que somos tan vulnerables que hasta una
piedra pequeña nos hace caer o detenernos en el camino, pero extrañamente una fuerza nos hace seguir.
Que podamos sacudirnos el polvo o frotarnos la rodillas y
seguir adelante, ¿pero esta fuerza la tenemos todos? O solo algunos pueden
desarrollarla. Está a merced de cada quien desarrollar tal fuerza, para poder
levantarse y seguir. ¿Cómo puedo desarrollar tal fuerza? ¿Cómo se que poseo tal
virtud? Y que de mi salga tal fuerza para poder levantarme y seguir adelante,
en nosotros existe algo muy especial que se llama espíritu, y cada quien lo
tiene desarrollado según su fe, en Cristo que todo lo puede y en sí mismo.
Es importante saber a que estamos dispuestos, para que damos en la vida y cómo
podemos hacer de ellas algo extremadamente excepcional. A veces nos complicamos con pequeñeces, “que se
nos descompuso el carro”, pero aquel que
no tiene para pagar el transporte para llegar a su trabajo, saco fuerzas y se
fue caminando, es como digo, tu vida tiene el valor según lo que crees de ti y de la fuerza que desarrolles dentro de tu
ser.
Una vez pensé que para mí no había suerte ni posibilidad
de ser feliz entonces me senté ese día
en mi sala y mire a mi hija saludable y feliz, observe a mi alrededor y me di cuenta de que tengo un techo que me
cobija una familia que esta hay para cuando la necesito y viceversa, que tengo
tanta salud que hasta unos kilitos demás tengo.
Que despierto cada mañana y el señor me da el regalo de la vida al llegar la noche y
continuar teniendo lo que tengo.
Entonces de que nos quejamos, de que no podemos cumplir nuestros sueños
y ¿te has puesto a pensar, el por qué? ¿El si es posible cumplirlo? ¿Si tienes
la fuerza necesaria para ello? A veces queremos cosas que ni si quiera sabemos
si estamos preparados para tenerlas, lo mejor en tu vida en mi vida es ser
dueño de lo que en realidad puedes controlar, y no de lo que no puedes.
Hasta los grandes reyes y dictadores han sido derrotados
y derrocados por que se hicieron dueños
de cosas que no eran para ellos. No es lo mismo desear las cosas y tenerlas a
la mano y no saber qué hacer con ellas y aun asi mantenerlas contigo sin
detenerse a observar si con esto le
haces daño a ti o a alguien a tu
alrededor.
Para desarrollar la fuerza que quieres, necesitas saber para que la vas a desarrollar y cuáles
serán sus frutos, analizar con determinación nuestros pasos no es ser
calculador, es ser realistas, es por eso que te exhorto hacer el siguiente
ejercicio, para el cual necesitaras los siguientes materiales:
Una hoja de papel grande
y un lápiz y la divides en las siguientes categorías; habilidades y
fortalezas. La lista en la que tengas
mas esa son las que tienes más desarrolladas a las que más le has puesto fe y
fuerza. Las habilidades son las capacidades adquirida por el hombre, de
utilizar creadoramente sus conocimientos y hábitos tanto en el proceso de
actividad teórica como práctica las fortalezas son virtudes mediante las cuales
somos capaces de soportar o vencer los obstáculos que se oponen al bien y a
nuestro progreso espiritual.
Ahora observa la que tienes menos, analiza cada una de
ellas y piensa como puedes desarrollarlas y como estas pueden hacer que lo que
tienes en tu vida valga más de lo que
vale. En cada uno de nosotros existen diferentes inteligencias las cuales se
desarrollan con el tiempo y se convierten en habilidades y fortalezas.
En nuestro paso por el pensamiento tenemos que hacernos
diversas afirmaciones para que nuestro mecanismo de repuesta a las auto-
preguntas se activen afirmaciones como: ¡puedo lograrlo!, !soy capaz!, ¡puedo
desarrollar con fuerza esta virtud que se me a concedido!, ¡soy merecedor de lo
que tengo!.
Cuando empecé a escribir este blogger estaba en mi oficina
esperando resolver problemas imaginarios que ni si quiera tenia y pensé que tan
complicado hacemos nuestro existir, tan solo con el hecho de la gracia divina
que nos da nuestro Señor Dios de respirar cada mañana y ser partícipe de esta magia de
ver el sol brillar, de ver caer agua del cielo, de poder respirar y decir
¡gracias señor por esta nueva oportunidad de poder alzar al cielo mi alabanza
asía ti!. Ser parte del mundo es el privilegio más grande que se nos concede.
Sonríele
a la vida, dirías que es un poco trillado pero es lo más hermoso que puedes hacer por ti, si por ti no para los demás aunque estos conformen el paisaje de
tu vida. Vuelvo y lo repito las cosas pequeñas de la vida que obviamos sin
darnos cuenta son las cosas que mueven al mundo, a nuestro mundo, solo el
sentirse bien contigo mismo despierta en las personas actitudes positivas.
Una sonrisa que te brindes en el espejo al levantarte o
en el reflejo del agua en un cristal en la calle. Que hay mejor en el mundo
para ti que brindarte una sonrisa a ti mismo. Amar lo positivo de la vida
deshace lo negativo de ella, hace que tus días se liberen del estrés acumulado.
Recuerda nadie te puede hacer feliz, nada material te lleva a la felicidad si
tu contigo mismo no estás bien, puede ser que el siguiente comentario parezca
egoísta. ʺde la primera persona que tienes que enamorarte es de ti mismoʺ, si
así es hasta uno de los diez mandamientos dice, ʺama a tu prójimo como a ti
mismoʺ, si tú no te amas, sino te valoras. ¿Cómo puedo llegar amar a alguien y
brindarle seguridad? Si ni si quiera está seguro de ti. Una vez le comente a una de mis mejores
amigas que lo más importante de saber lo que quieres es saber si tienes la
fuerza de poder tener eso que deseas.
Porque a veces
queremos luchar contra viento y marea por cosas que no suman algo bueno
a nuestra vida. La seguridad en sí mismo es un don que todos lo tenemos
desarrollado. Antes de querer algo para ti pregúntate: ¿tengo la fuerza
suficiente para poder mantener la relación con esto que quiero? ¿Puedo yo
seguir con esto y no abandonarlo antes
de terminar? ¿En realidad esto me conviene? ¿Qué le aportara a mi vida y al o
que a ella la rodea?
Son preguntas pequeñas pero son preguntas que cambian
nuestras vidas nuestro mundo, atreve te hacerle cara a lo que tienes y lo que
quieres para ti con la seguridad de que
lo que tienes o lo que quieres no te hace
infeliz ni a los que te rodean.
Con esto termino ¡amate, quiérete! Y demuéstrate a ti
mismo que eres capaz de hacer cosas importantes para tu vida y para la vida de
los demás.